noche iba a ser especial. Llevábamos semanas promocionando la fiesta en las redes, nada podía fallar...
29 julio 2025
🫧 Bajo la espuma, nuestros cuerpos...
noche iba a ser especial. Llevábamos semanas promocionando la fiesta en las redes, nada podía fallar...
10 julio 2025
Nuestra primera noche con Salma 🖤
Un relato de iniciación BDSM, dominación compartida y entrega total
La casa estaba lista. Las luces suaves, las velas encendidas, la música acariciando el ambiente con un pulso lento, casi hipnótico. Sobre la mesa auxiliar: una fusta corta, un plug, cuerdas de seda roja, un collar con anilla, pinzas... y una copa de vino tinto a medio llenar.
Tú —elegante, dominante, firme como siempre— estabas sentado en el sillón con las piernas abiertas, observando la puerta con calma. Júlia —Macarelleta— te acompañaba como siempre: impecable, segura, y con esa mirada que mezcla hambre con complicidad.
Cuando Salma llamó al timbre, el silencio se cargó de electricidad.
Vestía como le habíamos pedido: un vestido negro sobrio, ligeramente escotado, y lencería sencilla, negra, básica. Nada ostentoso. La sumisión no necesita brillos, solo actitud. Sus ojos mostraban nervios. Su cuerpo, deseo.
—Adelante, perrita —dijiste con voz grave.
Ella entró, y la puerta se cerró con un clic que sonó a ritual.
Júlia le ofreció una copa, le acarició el cuello, y la invitó a sentarse.
No pasó mucho tiempo hasta que te pusiste en pie, rodeándola como un lobo elegante. Te detuviste detrás de ella. Inclinaste tu rostro hacia su oído.
—De rodillas.
Y obedeció.
Allí empezó el juego.
12 junio 2025
☀️ "Tres días. Dos noches. Ninguna prenda de más."
Relato erótico – Macarelleta en un resort swinger del Mediterráneo
🏝️ DÍA 1 – White Welcome Party
Júlia:
La carretera serpenteaba entre colinas secas y pinos mediterráneos, y aunque no estábamos junto al mar, el calor tenía sabor a sal. Desde el coche, aún con las gafas puestas, vi cómo el resort aparecía como un oasis entre el monte. Madera clara, vegetación tropical y cuerpos… muchos cuerpos. Algunos en tanga, otros desnudos sin pudor, bebiendo en la piscina como si llevasen allí una semana.
—Hemos llegado —le dije a Rubén, con una sonrisa traviesa.
Nos dieron nuestra pulsera todo-incluido y las llaves de nuestro apartamento. Piscina privada. Jacuzzi. Y una cama enorme con sábanas blancas que ya sabíamos no tardarían en arrugarse.
Entramos, dejamos caer las maletas y, antes de deshacer nada, nos fundimos en un beso que decía todo lo que habíamos venido a hacer. Rubén me agarró de la cintura, y me apretó contra él mientras sus dedos ya tanteaban por debajo del vestido suelto que llevaba.
Pero el reloj marcaba las cinco, y la White Welcome Party empezaba a las seis. Era momento de cambiar de piel.
17 abril 2025
Probadores – Una fantasía entre perchas, miradas y deseo
No íbamos buscando nada. Solo dar una vuelta por La Maquinista, mirar escaparates, tomar algo. Pero algo cambió cuando entramos en aquella tienda. Fue su mirada la que me atrapó. Estaba de espaldas, probándose un vestido frente a un espejo del pasillo. Rubén me susurró algo al oído, no recuerdo qué... porque en ese instante, ella se giró. Y sonrió. No con la típica sonrisa educada. No. Fue una sonrisa que me desnudó sin pedirme permiso.
—Te queda increíble… —le dije, casi en un susurro.
Ella giró la cabeza con calma, como si esperara ese comentario. Su mirada bajó de mis ojos a mis labios y luego a Rubén, que se había detenido un paso atrás, observando en silencio. Él lo entendió todo sin palabras. Me encanta cuando lo hace.
—¿Queréis ayudarme a decidir? —preguntó ella, juguetona, sosteniendo otro vestido en la mano—. Me cuesta decidirme sola…
Nos miramos los tres por una décima de segundo. De esas que parecen minutos. Y entonces ella sonrió de nuevo.
—Los probadores están al fondo. Si me dais una opinión sincera…